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La singular modelo que saltó a la fama luego de que una serpiente le mordiera el seno, recientemente confesó en un documental que, al igual que otras modelos que han sido reconocidas por la cantidad de cirugías estéticas que se han realizado para parecer una Barbie, ella tiene el mismo sueño, al grado de si al momento de despertar esta insatisfecha con su “look”, corre y se opera.
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Orit Fox, originaria de Tel Aviv, tiene un cirujano contratado que la atiende las 24 horas del día, los siete días de la semana y aseguró que “los hombres aman mi cuerpo, es como un sueño, una fantasía”.
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Consciente de que tantas operaciones son insanas, Orit se ha realizado cuatro cirugías de busto, tiene silicona en el rostro, no tiene un sólo punto de su cara que no haya sido intervenido; cuando asiste a blanquearse los dientes pide el blanco más blanco que pueda existir.
Orgullosa de su apariencia, considera que su estado actual es el correcto. “Mantengo mi belleza, si tengo un mal día corro al cirujano para ver si puede hacer algo para mantenerme feliz. Si estoy triste, me siento fea, todo está en mi mente”.
Su doctor, quien es sumamente compren$ivo, declaró: “Quiere ser joven, joven para siempre, así que eso tratamos de lograr, poco a poco. Ella no es adicta (…) solo quiere ser joven”.